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Ricardo Ten: “Solo sufren la derrota aquellas personas que no lo intentan”

  • Sergi Tarazona
  • 6 jul 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 13 jul 2020

Tras una exitosa carrera deportiva, el ahora ciclista valenciano demuestra que es la viva imagen de la perseverancia y tenacidad

(Imagen: Instagram @pancraten)


Día a día hay infinidad de casos de gente que deja atrás aquello por lo que lleva toda la vida luchando solo por el simple hecho de que no se ve capaz de hacerlo, personas con poca fuerza de voluntad que se rinden con la primera piedra que encuentran en su camino. El protagonista de la historia de hoy ha tenido que afrontar innumerables escollos en su vida para convertirse en el ejemplo de superación que es hoy en día. Con ocho años un accidente eléctrico cambio su vida por completo y, con cuarenta y dos, tras convertirse en un referente dentro de la natación adaptada, decidió colgar el bañador y subirse en una bicicleta para ser, en apenas tres años, uno de los mejores ciclistas adaptados de la actualidad, y es que, Ricardo Ten (Valencia) no acepta un no por respuesta.

La historia de Ricardo comienza en el año 1983 cuando su vida cambia por completo. Ten, un niño que ya desde bien pequeño era un gran aficionado a los deportes, se encontraba en el tejado de una caseta de campo jugando con su primo cuando toco con un hierro un cable de alta tensión y se electrocutó: “Dicen que el hierro no llegó ni a tocar el cable de alta tensión, pero por lo visto hizo un arco y me electrocuté”, cuenta Ricardo. A raíz del accidente a Ten le amputan ambas extremidades superiores y una inferior y el 75% de su cuerpo sufre quemaduras. Los primeros momentos fueron duros, pierde casi todo un curso escolar y pasa meses en el hospital, pero el ciclista afirma que gracias al apoyo de sus familiares y entorno, que nunca le trataron como alguien especial o diferente, logró salir adelante. “A pesar de que sepas que tienes unas limitaciones muy grandes por tu discapacidad tienes que intentar valerte por ti solo y lo que más valoro es esto, que mis padres no me hayan sobre protegido nunca, esto algo que suele pasar con gente joven que sufre algún tipo de discapacidad”, afirma el ciclista y ex-nadador paralímpico.

Poco a poco Ricardo asimila su nueva situación y sigue haciendo algo que le encantaba y hacía antes del accidente, practicar deporte: “Me gustan mucho todos los deportes y disfruto todavía más practicándolos con amigos para pasar un buen rato”, expresa Ten. Tenis de mesa, baloncestos, esquí o montain-bike son algunos de los deportes que llegó a practicar Ricardo antes de que, a los diecisiete años, descubriera la natación, deporte donde llegaría a convertirse en la leyenda que es hoy en día. 21 años de carrera en las piscinas en los que el ex-nadador valenciano ha conseguido participar en cinco Juegos Paralímpicos (Atlanta 1996, Sídney 2000, Beijing 2008, Londres 2012 y Rio 2016) en los que se ha colgado un total de siete medallas (tres oros, dos en 100m braza modalidad SB4 y uno en 4x50m estilo, una plata en 100m braza modalidad SB4 y tres bronces, dos en 100m braza modalidad SB4 y uno en 4x50m estilo).

Tras los Juegos Paralímpicos de Río 2016 parecía que la carrera deportiva de uno de los mayores deportistas adaptados españoles llegaba a su fin, pero nada más lejos de la realidad: “Mi nivel estaba cayendo y la motivación y ambición ya no eran las mismas, por lo tanto tenía claro que iba a colgar el bañador, pero quería seguir vinculado al deporte”, argumenta Ricardo. Tras la decisión de alejarse de las piscinas el ex-nadador sorprende a todo el mundo anunciando que a partir de ahora su objetivo va a ser competir en ciclismo. Ricardo sostiene que en un principio la idea de iniciarse en el ciclismo únicamente era para comprobar su nivel, pero que en todo momento él tenía claro que si entrenaba duro podría llegar a ser competitivo. Hoy hace tres años que Ricardo emprendió está aventura y en este pequeño lapso de tiempo ya ha conseguido una doble medalla de oro en los Campeonatos del Mundo de ciclismo en pista y de ruta, además de otras tantas medallas de plata, y un billete para sus sextos Juegos Paralímpicos, pero está vez cambiando el bañador por la bicicleta.

Sin embargo, a pesar de que el deporte le ha dado todo en su vida, a Ricardo le gusta invertir su tiempo en otras cosas para desconectar un poco de la exigencia competitiva: “En los viajes, siempre que se puede, me gusta mucho disfrutar de una buena lectura o película, y cuando el calendario competitivo me lo permite, disfruto mucho yendo al cine con mis hijos”, revela el ciclista. Otra de las facetas menos conocidas de Ricardo Ten es la de conferenciante, a día de hoy trabaja para diferentes marcas realizando conferencias para los más pequeños para transmitirles los valores del deporte y diferentes fundaciones le han ofrecido la posibilidad de gestionar su área de responsabilidad social corporativa: “En un futuro creo que seguiré vinculado al deporte, ya sea desde la gestión o difusión de los valores deportivos”, considera Ten.

¿Quién mejor para transmitir los valores del deporte que alguien que, a pesar de su difícil situación, ha aprendido a conducir, escribir con la boca… con el objetivo de valerse por sí mismo y ser totalmente autónomo? Sin duda que pocos ejemplos de tenacidad se vendrán a la cabeza de la gente que ejemplifiquen de tal forma dichos valores, y es que, tal y como dice Ricardo: “La derrota solo la sufren las personas que no está dispuestas a intentarlo”.

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